Considerados un elemento imprescindible, nuestros jardines ofrecen un remanso de tranquilidad y verdor, lo más cerca posible de la Torre Eiffel.
Elaborado en 2018, el proyecto de reordenación de los jardines por VOGT landscape LTD, paisajista en el marco de la seguridad del emplazamiento de la Torre Eiffel en colaboración con Dietmar Feichtinger Architectes, ha hecho de este lugar un espacio de pleno derecho dentro de la "experiencia de la Torre Eiffel". El acceso a la explanada y a la Torre Eiffel se hace por los jardines, antes de subir. O sencillamente para pasear; son de acceso libre y gratuito.
Concebidos para resaltar cada elemento del jardín, los nuevos senderos ofrecen vistas panorámicas impresionantes de la Torre Eiffel, rodeada de un paisaje verde que la realza sin ocultarla. Además proporcionan acceso a los miradores y a los "conos de visión". Estos puntos panorámicos históricos han sido recreados para observar la Torre desde ángulos precisos que habían caído en el olvido.
Descubra el mirador del lado de la Allée Jean Paulhan siguiendo los caminos que le llevarán allí (desde los caminos procedentes de la entrada 2 al este o de la salida 2 al norte). Encaramado sobre una roca cerca del estanque, su diseño se funde con la naturaleza y le ofrece un espacio ideal para admirar y fotografiar la Torre.
Este vergel de naturaleza típicamente parisino es una recreación de un jardín de la "Belle Époque" que extrae su riqueza de su variada flora, compuesta por más de 60 árboles, tales como sauces llorones, cedros o castaños, 20.000 arbustos y 2.000 plantas perennes que ofrecen un decorado natural durante todo el año.
Un consejo para los más curiosos: hay una gruta en el jardín oeste (lado Allée des Refuzniks). Con una pequeña cascada que desemboca en el estanque, recrea un ambiente bucólico. Justo por encima, además de la exclusiva panorámica de la Torre, el mirador de la loma ofrece un refrescante descanso en la sombra, en caso de calor intenso.
¡Descubra el árbol más antiguo del jardín!
Entre los numerosos árboles del jardín, ¡no se pierda el soberbio plátano bicentenario, plantado en 1814 y de 20 metros de altura!
Lo podrá contemplar cerca de la salida 2 (oeste) para clausurar su visita a la Torre Eiffel.
Aún existen algunos vestigios de la historia de la Torre; entre ellos, la chimenea que antaño se utilizaba para evacuar los humos de la maquinaria que suministraba la energía necesaria para los ascensores.
Hecha de ladrillos rojos, su arquitectura nos podría hacer creer que el castillo está escondido en el jardín. Se puede ver cerca de la salida 2 (oeste).
El jardín cuenta con dos espacios acuáticos, uno en el lado de la Allée Jean Paulhan y el otro en el lado de la Allée des Refuzniks. Están habitados por una fauna variada.
Acérquese a los estanques e intente descubrir carpas comunes, carpas koi, patos de cuello verde y gaviotas; si tiene suerte, podrá ver una garza que ocasionalmente visita los jardines de la Torre.
Al caer la noche, el jardín se ilumina y da paso a un ambiente completamente diferente. Aproveche este momento apacible y romántico para pasear por las callejuelas y contemplar la Torre Eiffel iluminada y resplandeciente con otros ojos.
¡La limpieza de nuestros jardines es nuestra prioridad! Ya presente en anteriores Exposiciones Universales, el jardín ha podido sobrevivir a través de los siglos gracias a los cuidados que ha recibido. Es nuestro deber respetar la naturaleza y preservar este espacio verde de la Torre Eiffel. Hay papeleras situadas en varios rincones de los jardines para tal fin.
Para llevar o consumir aquí, disfrute de un tentempié gracias a los bufés de la explanada. Le ofrecemos una variada selección de ofertas de restauración disponibles desde la abertura de la Torre hasta su cierre por la noche.